Mme Paris, siempre en su papel de excelente anfitriona, aprovecha la entrada en la ciudad para proporcionarnos un poco más de información, ampliando la que nosotros habíamos conseguido ayer en el instituto.
Aunque ya la conocíamos por nuestros trabajos de ayer, la Place du Capitole nos sorprende por su belleza.
En la la Église des Jacobins admiramos sus famosos palmiers
Que podemos ver al revés a través del espejo
También merece la pena su precioso claustro
En la rue du Taur, el impresionante campanario-muro, y la nomenclatura bilingüe, con una placa en francés y otra en occitano
Continuamos nuestro recorrido por la "Ville Rose"
y llegamos a la basílica de Saint Sernin
Buen tiempo, bonita ciudad, entre amigas... ¿qué más se puede pedir?
Un pequeño paseo para abrir el apetito...
¡y a comer!
En el aeropuerto, en la despedida, aunque intentábamos mantener el tipo e incluso bromear, alguna que otra lágrima sí que se escapó,
porque siempre resulta difícil separarse de los amigos.
Nos volveremos a ver en mayo, y ya estamos deseando que llegue el momento.
Mientras tanto, tenemos que agradecer a nuestros compañeros y sus familias la espléndida acogida que nos han ofrecido.
Muchas gracias también a todos los alumnos y profesores del L.P.P. Saint Dominique, por soportar, siempre con una sonrisa, que hayamos alterado su trabajo durante esta semana; a los profesores que nos han acompañado en las salidas y que han trabajado para que todo saliera bien; a Mme Christine Laforet, y a la directora Mme Lydie Franques por estar tan pendientes de todo y dispuestas en todo momento a ayudarnos; y por supuesto a las "corrès" de nuestros profesores, un agradecimiento especialmente cariñoso a Mme Cathy Sage, y cómo no, a la responsable de esta maravillosa experiencia, Mme Sylvie Paris.