Sí, aunque la mayor parte de nosotros la visitamos por primera vez, Albi nos resulta tan familiar que es como si fuera ya nuestra segunda casa. Dejamos atrás nuestro instituto y Villaviciosa y volamos a su encuentro.
Como siempre, el recibimiento es espléndido: nuestros compañeros franceses están impacientes por acogernos en sus casas, así que nada más llegar, cada uno se va con su correspondant.
Mañana nos vemos en el instituto.