Nos dividimos en dos grupos: mientras unos visitan Puycelsi, los otros recorren y trabajan en el vivero; posteriormente se invierten los papeles.
El recorrido por el vivero comienza con unas indicaciones previas sobre los objetivos y las técnicas de trabajo que desarrollan.
Entramos en materia y no perdemos detalle de las explicaciones que nos ofrece el técnico del centro. Para ello tomamos apuntes que nos permitirán posteriormente completar nuestros trabajos.
Para terminar podemos degustar un delicioso zumo de manzana elaborado con las variedades de fruta tradicionales que aquí se protegen.
Puycelsi es una encantadora "bastide" medieval de las que abundan en la región; sus casas y sus maravillosas vistas despiertan nuestra admiración.
A mediodía buscamos un área de picnic donde podemos comer, pasárnoslo bien y hablar con nuestros compañeros del otro país